miércoles, 3 de septiembre de 2008

Yoko Ono y Fluxus



- coge un teléfono en el que puedas escuchar tu voz y habla contigo mismo al menos cinco minutos al día.

- pide a todo un pueblo que piensen en la palabra sí durante treinta segundos.

Frases, órdenes como estas se encuentran en un pequeño y delicioso libro escrito por Yoko Ono, sí, sí, esa figura conocida sobretodo como destructora de bandas míticas, mujer de John Lenon, pero que mucho antes de conocerse ya ejercía una importante actividad como artista.

¿para qué pondré esas sentencias, consejos, como los queráis llamar? os preguntaréis, la razón es muy simple, ya que el objetivo de ese libro llamado Grapefruit, no es más que el desbloqueo neuronal, el ir un paso más allá, el salir de nuestra estupidez diaria. Ahora entenderéis que es algo que entra un poco en la línea de lo que os ido comentando estos días. Yoko Ono es un personaje muy peculiar, una de sus obras me ha sorprendido mucho se trata de una punta, en una base de metacrilato y un mensaje lapidario a modo de nombre que dice FORGOT IT, si puedes, yo no soy capaz de olvidarlo. Por no hablar de ese maravilloso juego de ajedrez de fichas blancas -en el que en algunas fotos aparece jugando con John Lenon, sí sólo blancas y quién gana, se puede preguntar alguien. Qué nos importa!! nada.

Volviendo un poco a la idea de ese debloqueo neuronal, quiero comentaros un poco una experiencia fantástica, el fenómeno FLUXUS, nos encontramos en NEW YORK y un grupo de artistas quiere abandonar el museo. No se les ocurre otra manera que enviar por correspondencia maletines-obras de arte (hecho que recuerda la genial maletín que preparó Duchamp -creador del Dadaismo una de la vanguardias históricas- en él había reproduciones de sus creaciones más significativas). Estos maletines funcionaban como instrumentos de desbloqueo neuronal, desde uno en el que cajas opacas con agujeros invitaban a averiguar lo que había en su interior, hasta un maletín en el que se recogían objetos para meterselos por el culo, por no hablar del Kit para el suicidio. Por lo que vemos tenemos en estos ejemplos, el hecho de lo desconocido, la curiosidad inherente al ser humano, la parete tactil, sexual, y sí el componente del dolor. Todo ello con el único objetivo de despertarnos...

Para más información no dudéis en preguntar

No hay comentarios: