miércoles, 16 de febrero de 2011

127 HOURS

El pasado martes 15 de febrero por fin fui a ver esta esperadísima película (127 hours). Cuando ya hace unos años me enteré de la historia de este chico, me quedé asombrado y conociendo el director que estaba detrás Danny Boyle no podía perderme este trabajo de ninguna manera.

No me voy a parar a comentar de qué trata la historia ni en què está basado, algo sobradamente conocido o entendible visualizando el trailer del film.

El hecho es que en la última sesión, aquella de las 22.45 el cine estaba completamente vacío sólo dos butacas tenían ocupantes, por un lado la buena de Nina y por el otro yo mismo. Antes de pasar a pormenores quisiera decir que la película me ha parecido muy interesante y estimulante. Da gusto ver el trabajo de montaje, fotografía, música e interpretación. En nungún momento se llega al punto de aburrimiento y siempre se mantiene un nivel de tensión adecuado para el drama que en realidad se está viviendo. En algunas ocasiones puede que incluso esté tratado de manera frívola, pero comprensible como vía de liberación de la tensión acumulada.

A partir de ahora comentaré algunos aspectos que me han gustado de este film, en algunos caso pueden ser datos sobre la película, nunca demasiado concretos, pero lo suficiente como que para alguien que le gusta sorprenderse en la sala no quiera continuar leyendo y tal vez lo haga una vez la haya visionado.



La película comienza con una serie de imágenes de bulliciosos encuentros humanos a modo de tríptico (no se trata de un recurso novedoso, la referencia más antigua que recuerdo es en el Napoleon de Gance). Estos gentíos que en masa se reunen preanuncian justamente lo que en esta película no se dará y pronto la imagen se centrará en la escena de hogar de un único individuo avocado a la soledad y el enclaustramiento pétreo.

La aventura comienza de una manera dinámica, emocionante, entretenida. Los distintos planos de montaje así como la música son altamente adecuados a lo representado. Ya mencioné como la música es un vehículo esencial en esta película sea para dlimitar los momentos más importantes, sea para liberar tensión en lo claustrofóbico del evento. Otro elemento de evasión son los recuerdos a modo de flash back del protagonista o incluso las visiones que lleva a configurar escenas de un interesante componente estético.

En el climax de la película, cuando ya el protagonista está acabado, prácticamente forma parte de aquella grieta en la que está atrapado, decide que tiene que escapar llevando a cabo una acción sumamente compleja de asimilar. Extrañamente en el momento que termina su macabra tarea, lejos de sentir pesadumbre por lo cometido sólo me invadió una sensación de liberación. Aquel brazo amputado ya formaba parte de la roca que sustentaba y nuestro amigo había vuelto a formar parte de la vida.

La secuencia final de escenas sólo muestran ese camino que le saca de las entrañas de la tierra en un nuevo nacimiento, aunque pagando un alto precio. Es el agua aquí el leomotiv que le guía y las personas que encuentran son la migas tiradas por pulgarcito que le llevan de nuevo a la sociedad.

La película termina de nuevo a modo de tríptico. Ha vuelto el bullicio, pero sobretodo ha vuelto un ser humano, que aún tiene ganas de vivir y de ese modo no aparece el actor sino el propio Aaron Ralston en pantalla, junto a su mujer y su hijo, nadando, escalando, disfrutando y viviendo. Todo un homenaje para aquel que ha llevado a sí mismo a lo más profundo y ha conseguido salir.

3 comentarios:

Pablo (Nieto) dijo...

siiiiiiiii señor!!! gran post y gran peli!!!

supongo que nosotros, los locos-que-subimos-las-montañas, sentiremos de otra forma la peli, pero la verdad es que deja algo raro en el cuerpo, verdad?


saludetes neanderthal!!

Alberto dijo...

Muy buenas las entradas que has hecho últimamente, y las fotos son de lo mejor!!

La peli, pues no está nada mal la verdad pero el principio tiene unos diálogos de bobos, la verdad. Para aprensivos la imagen del brazo es jodida, sobre todo cuando tiene que cortar ciertas partes, me duelen los dientes cuando recuerdo la imagen...

Attuk dijo...

Gracias Pablo, gracias Alber!!!!

Estoy de acuerdo en que no es una peli para aprensivos, ufff todavía me duele pensar algunas partes, pero precisamente por eso está muy conseguida la empatía de la que hablaba Aristóteles que nos ayuda a llegar a un estado de catarsis cuando se resuelve la acción.