
Durante el camino algo extraño ocurrió cuando pasábamos por la ciudad de Ávila, a la izquierda dejábamos la plaza de toros y Edu comentó: "Aquí he visto a Manolo García" a lo que el joven y lozano Chuchi responde con una pregunta: "ahhh!!! te gustan los toros?" dejémoslo en sin comentarios.
El Bar Ortiz, no está nada mal para tomar un buen desayuno; además te darán indicaciones de como llegar a la escuela, eso sí, presta atención porque es un poco lioso; al menos a nosotros nos tocó dar algunas vueltas.

La joranda de escalada fue de maravilla, cada cual probando cosas distintas pero con un recomendable 6b de nombre Peyote que me atreví a probar, le di sólo un pegue y no lo encadené, bueno tampoco tengo prisa y quería hacer más vías sin petarme.
Chuchi y Edu, después de calentar estuvieron juntos probando una vía de séptimo grado, con resultados poco prometedores para un Chuchi, un poco desmotivado.

El resto seguimos encadenando alguna que otra vía, a destacar la "fisura farinato II" bautizada así por la semejanza de aquella vía del Guijo y que no eramos capaces de encontrar en los croquis. La intuición de Santi fue clave para encontrar y recomendar a todos esa vía.
Lo mejor del día se dio al final y no por los encadenes sino porque nos amenizaron con un repertorio clásico de todo bodorrio que se estaba llevando a cabo a orillas del embalse. A alguno le pillo un pasodoble en el "paso" de la vía.
En fin un buen día de escalada entre amigos.
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