lunes, 14 de enero de 2013

Descubriendo Hoyamoros



Parece mentira que lleve ya tanto tiempo en Salamanca y que aún no conociera Hoyamoros, pero es así y afortunadamente fue algo que fácilmente se solucionó. Fue una excursión de tipo tranquilo, una pequeña rutilla. Como ya he contado en otra ocasión estoy algo lesionado así que bueno, caminar se puede y justo en ese momento tenía el dedo bastante mal.

Encontrar esa escalera de acceso, ver esa subida por losas graníticas, todo era especial, y es que aquel lugar tiene que ser cuidado, es un entorno único, pero en el que se puede bromear correr y saltar.





Aunque no era una salida de escalada, los gatos no podían faltar en la mochila y algún que otro bloque fácil subimos.


Probablemente el atardecer fue una de las cosas que más me impactó, los tonos, la luz y la sensación llegan a hacer entender a aquellos que se pasan semanas para allí arriba, no todo son bloques en Hoyamoros.



No hay comentarios: