jueves, 22 de julio de 2010

De jarro a jarro y tiro porque me toca



Tras concluir el máster que me había tenido bastante ocupado por fin pude salir a trepar con David y Ruben. En esta ocasión nos adentramos en tierras palentinas. Para comenzar el primer día nos divertimos de lo lindo en recuevas. Debo decir que en mi caso no hice demasiado, por eso de estar un poco bajo de forma, con todavía alguna molestía y bueno en realidad estoy aún recuperando sensaciones. Parecía un junco por lo que me meneaba casi al son del viento o de la "motoreta" como cada cual quiera verlo.



En cambio aunque David decía no estar demasiado bien por la mañana lo arreglo por la tarde, después de una buena siesta en la praderita central, con unos buenos encadenes, del mismo modo que Ruben que cumplió de una manera sobresaliente con la actividad del día.



Al día siguiente nos desplazamos hacia un lugar que no conocía y del que me he enamorado, me ha gustado muchísimo ese laberinto de bloques de extrañas formas, jugosos desplomes y arcos de roca. Ese lugar es conocido como las tuerces, en la inmediaciones de recuevas.



Nada más llegar encontramos la panacea, un lugar muy singular, con sombra y desde mi opinión unas vías muy chulas, no teníamos croquis, no importaba, la capacidad de improvisación en aquel lugar era suficiente para divertirse y disfrutar de una buena jornada de boulder.



Ambos lugares, tanto recuevas como las tuerces se merecen más de una visita para poder exprimir todo lo que ofrecen.



(Las fotografías las he tomado prestadas, para ilustrar la entrada del blog del club de montaña cimas: Aquellos que suben a las cumbres)

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