Ven y verás y te repetirás –o al menos eso espero– Fue Javi quién nos animó a ir hasta allí y merece la pena, claro que merece la pena. Hay vías de todo tipo y nivel con un granito de alta montaña de un tacto magnífico.
Lamentablemente el monstruo de las presas andaba por allí suelto y arranco un par de buenos cantos en una vía que estuvieron probando y que al final quedó en algo así como 7c o 7c+, no recuerdo bien.
También nos divertimos haciendo alguna el primer largo de una vía metiendo cacharros una de esas vías cinco bellotas para escalar y disfrutar al máximo.
Lo curioso del día, para mí, fue lo llena que estaba la laguna pensando sobretodo en las fotos que vi de un mes antes de que nosotros fuéramos y por supuesto también el camino de vuelta optando por rodear la laguna por la derecha.
Eso sí como siempre Solana demostró ser un lugar mágico un pedazo de paraíso al que no parar de regresar.
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