martes, 26 de enero de 2010

El valor de un país

¿Cuánto cuesta reconstruir un país? según la cumbre de "Amigos de Haití" unos 3000 millones de euros. Se ha desarrollado un plan de diez años para la reconstrucción del estado en el cual se han prometido mil millones de asistencia de emergencia. No es preciso dar más datos, los medios nos están bombardeando con ellos.

Un dicho dice "ojos que no ven, corazón que no siente" y al parecer este no es más que otro ejemplo.



Pero si es oportuno plantear ciertas cosas -que sí, son obvias aunque parece lo contrario-. Se habla de la reconstrucción de un país que vivía en umbrales de pobreza atroces. La situación haitiana preterremoto no distaba demasiado de la actual; claro que ahora el pueblo ha sufrido una verdadera catástrofe sobre todo en cuanto a la pérdida de vidas (en realidad esto es lo importante e incalculable). En cierto sentido, y esperemos que así sea, a partir de ahora los haitianos pueden tener una oportunidad. Lo verdaderamente triste es que esa oportunidad tenga que llegar tras un suceso de estas características y llevado a cabo por una sociedad hipócrita que antes de lo acaecido no pensaba ni tan siquiera en los problemas que allí ocurrían (aquí se habla de Haití, pero lo mismo vale para cualquier país como yemen, etc.); es ahora cuando no sólo las instituciones sino los propios ciudadanos del resto de paises de eso que se ha dado en llamar primer mundo deciden enviar millones, hacen que este país entre en la agenda internacional de actuaciones. Al menos, aún, cuando nuestros "ojos" ven, nuestro "corazón" siente.

Entonces sería necesario que los "ojos" vieran más a menudo; tal vez así se podrían cambiar las cosas, visto que aislándonos en un mundo alienante que promete progreso (cabría cuestionarse qué es eso y a costa de qué se consigue), vida FELIZ!!!! (esa falsa IDEA de felicidad que se crea a través de los medios... y sí no es más que una idea suprasensible), etc. no se consigue nada más que una cierta satisfacción temporal y livianas actuaciones. Esas leves campañas solidarias deberían ser replanteadas. Apadrinar niños es fantástico, pero el nivel de compromiso es mínimo para aquel que lo hace, pues ese niño se queda allí en su hogar,pero es que su hogar está en ese mundo "malo" que por sus condiciones han llevado a apadrinarlo.

Attuk en muchas ocasiones se siente indignado.

2 comentarios:

AlbertoCN dijo...

me parece muy acertado lo que dices, y es una pena que así sea, que tengan que ocurrir desgracias como esta para que un país pueda tener una oportunidad de salir adelante...
Nunca me había detenido a pensar en la situación de ese modo, pero ahora que he leido tu post me empiezo a plantear muchas cosas

Attuk dijo...

Es sólo mi punto de vista hay mcuhas más perspectivas para tratar el tema :)