lunes, 2 de febrero de 2009

"pianofortissimo"

Es lo lógico que la muestra "pianofortissimo" haya sido la que mejor aceptación tuviera en la ya preterita bienal de Zamora. Era el conjunto de obras que albergaba una mayor coherencia discursiva y eso se nota. Incluso cuando nadie entendía lo que sucedía sabian que algo había. Cuando tuve la oprotunidad de acceder a ella me encontré con una familia. En mi caso ya llevaba un rato recorriendo los espacios entre los pianos y me situaba en el altar donde se encontraba un piano repleto de jarrones con pétalos y con una inscripción "Petalopianissimo da suonare dove cadono". Así seguí la instrucción y allí donde había petalos me aventure a sacar sonido del piano. La hija pequeña de aquel joven matrimonio se acerco a mi con curiosidad, ella también quería tocar. Tenía una especie de miedo sagrado que rompí explicando aquello que debía hacer. La curiosidad infantil es infinita y sin más se dispuso a tocar las teclas. Sus progenitores vieron lo que estaba haciendo y antes de que se atrevieran a recriminarle su horrible acto contra el arte, me atreví a explicarles porqué estaba tocando aque mágico piano. Así hija y padres se igualaron en una nueva infancia y con esa infinita curiosidad crearon un ambiente mágico dentro de aquella iglesia zamorana, cada uno en un piano diferente con un sonido transformado en un modo distinto, con piedras sobre las cuerdas, con tracos de madera; eso no importa aquello que importa era el momento que vivieron esa capacidad de acción sobre lo que le rodeaba y ese sonido subía hasta las bóvedas del templo.

No hay comentarios: