jueves, 24 de enero de 2013

Fin de año


Desde hace bastante tiempo había oído hablar de las míticas nocheviejas de la Montañera en el Refujio de San Bernardo. Así que decidimos ir allí, sabedores de las complicaciones de ir hacia el sur para un climbing trip. La aventurilla se presentaba interesante. Para empezar el viaje con tres cambios de autobús desde Salamanca hasta Ribadelago. A priori el autobús nos dejaría en el nuevo pero el conductor muy amable nos acercó hasta Ribadelago viejo, aquél que fue arrasado por el agua. Desde allí subimos por la senda de los monjes en un día gris y de cierta lluvia. Llegamos al Refugio con las últimas luces del día y allí nos encontramos con un reducido grupo, pero bueno y disfrutamos de una entrada de año comiendo un buen banquete con sopas de ajo incluidas.

El primero de enero, tocó visita al lago y una buena ruta desde San Martín, el lago, Vigo de Sanabria y volver, todo por caminos tradicionales. Al final del día ya nos quedamos solos en el refugio como buenos montañeses.


La mañana siguiente, la del día dos, fue la de mi cumpleaños y además de ver el amanecer, tocó hacer una buena caminata, desde el refugio hasta la Laguna de Peces y desde allí continuar hasta la Laguna de las Yeguas y más allá, disfrutando de esa nieve que dejó la nochevieja, pero viendo como el calor la derretía ya al final del día.






Una noche más y tocaba despertarse de nuevo al amanecer para recoger todo y emprender el camino de vuelta por la misma senda de los monjes para poder llegar a tiempo y subir al autobús que nos traería de vuelta y esta vez sí el tiempo era espectacular algo que las vacas sabían disfrutar.





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